Se muestran los artículos pertenecientes a Junio de 2010.
- EN ALGO PEQUEÑITO y EN ALGO CHIQUITITO NOS HEMOS QUEDADO EN ESPAÑA -
La reciente canción de eurovisión, adaptada su letra a los recortes que se han producido en este país, en lo que a los funcionarios se refiere, y a los demás humildes trabajadores también.
----------------------
SENÉN CAMPOS MACEIRAS
A ESTRADA - 03/06/2.10
- CARTA A LA PRESIDENTA O AL PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE UN BANCO EN ESPAÑA –
En el día de hoy después de meditarlo un tiempo, he escrito una carta a la directora o al director a saber (aquí no pongo sus datos, porque ante la negativa propaganda que le haría, igual me llaman a cuentas mediante una demanda, pero para esa personalidad económica la carta si ha ido con nombre y apellidos), de un Consejo de Administración de un banco español, por los motivos que en la misma expongo, así pues a leer a quien le interese…
Y MUCHAS GRACIAS A TOD@S POR LAS YA MÁS DE 15.000 VISITAS A DÍA DE HOY (08/06/2.010) A ESTE ESPACIO QUE CON TANTO ILUSIÓN ADMINISTRO ------------------ A Estrada, 07 de junio de 2.010 PRESIDENTA y/o PRESIDENTE XXXXX – M A D R I D .- Estimada-o señora-señor: Hace ya un tiempo que tenía previsto escribirle esta carta, pero lo he ido dejando para madurar un poco su redacción, y para sobre todo enfriar los ánimos. Resulta que en la sucursal de su banco de este pueblo (A Estrada), trabajaba la señorita MARTA CALATRAVA BLANCO, cumpliendo a la perfección con su cometido de atención al cliente, por su amabilidad y disposición en todo momento a lo que se le podía pedir, y he dicho trabajaba, porque desde hace unos meses ya no lo hace, y cuando pregunté el porque de su ausencia, compañeras de la oficina (XXXXX de A Estrada) me comunicaron que había dejado de prestar sus servicios a la entidad, no por despido, sino de mutuo acuerdo entre las dos partes, banco y empleada en este caso. Permítame que piense que efectivamente ha sido un despido sin más, pero bueno, no es mi intención decirle como debe de gestionar el banco que dirige, ahora bien, los clientes como parte fundamental del negocio del banco, también tenemos derecho a opinar, y opino que no esta nada bien, que cuando una determinada persona que trabaja en la entidad, demuestra con hechos su perfecta adaptabilidad al cargo que tiene asignado, y su capacidad para el desempeño del mismo, no debe de ser sin más “barrida” por la política del Consejo de Administración del banco, quizás con el único objetivo de abaratar costos de personal, porque resulta que después ese abaratamiento de costos no se refleja (por ejemplo) en las jubilaciones casi obscenas que ciertos ejecutivos se llevan, ni en el reparto de beneficios entre los miembros que forman ese Consejo de Administración. Por lo tanto como persona anónima de la calle, o como cliente, me siento con el derecho de manifestar mi repulsa a que los empleados de los bancos, sean tratados por estos, como simples números, y no como personas que a diario hacen verdaderos malabarismos ante los clientes, para que estos (los clientes) salgan más o menos contentos y el negocio del banco en el que trabajan no se resienta. Cada vez más nosotros los clientes, odiamos más a los bancos, porque resulta que los bancos trabajan con nuestros dineros, que no son suyos sino nuestros como acabo de decir, y ganan más que nosotros (en mi caso un humilde comerciante), que vende lo que al final es suyo porque más tarde o más temprano lo tiene que pagar, el banco en cambio paga por el dinero que no es suyo una cantidad X cuando el cliente lo deposita , y cobra cuando se le pide XXXX o más; el banco en sus balances cada año manifiesta haber ganado un tanto por ciento más que el año anterior, mientras que sus clientes cada año ganan con el dinero que tienen en la entidad, un tanto por ciento menos también que el año anterior. Así pues, manifiesto que ni es ético, que ustedes traten a los empleados como simples números, disponiendo de ellos casi como se hace con cualquier mercancía, ni es ético que siempre busquen la forma de ajustar gastos, penalizando a los que menos lo merecen, y todo ello para premiarse a ustedes mismos de forma casi avariciosa y prepotente. Nombran a antiguos (o menos antiguos) políticos consejeros, y los sientan claro en los Consejos de Administración, para después cuando los necesitan, poderse aprovechar de sus influencias, conocimientos, y poderes, para que en ningún momento las leyes vigentes que se puedan aplicar, o las futuras que se puedan promulgar, les sean adversas a sus intereses, y así poder seguir con estas políticas insolidarias hacia los que más trabajan por las entidades bancarias (sus empleados), y para que ustedes como ya queda dicho en la presente, puedan seguir abusando de sus privilegios, en cuanto a acordar gratificaciones hacia ya sus abundantes patrimonios se refiere. Ratifico aquí para terminar mi afectuoso recuerdo a MARTA CALATRAVA BLANCO, y a otras y otros tantos trabajadores de su banco, que han sido despedidos en su día injustamente, perjudicándoseles no solo a ellos mismo (los primeros), sino a los clientes como yo, ya familiarizados con sus inmejorables atenciones, y que ahora hemos tenido que retomar esos servicios con otras trabajadoras o trabajadores, para las o los que no sabemos lo que usted y su banco podrán disponer mañana mismo. Y sin nada más a que referirme en la presente, me despido, no sin antes desear poder seguir contando con la confianza de su banco, y enviándole a usted y a sus colaboradores del Consejo, un cordial y sincero saludo. Atentamente. Senén Campos Maceiras
- LA CARTA DE OSCAR MOLINA -
Paso a poner la carta de Oscar Molina que anda dando que hablar por muchos sitios, solo decir GENIAL, nada mas...
---------------------
Vivís de Nuestro Dinero. (Por Oscar Molina)
Paso fuera de mi casa y lejos de mi familia una media mensual de 360 horas (15 días completos), contribuyo al fisco con un 40% de mi salario; entre impuestos directos, indirectos, tasas obligatorias y demás gravámenes, trabajo más de la mitad del año para el Estado.
Pago un colegio a mis hijos, mientras financio un sistema de educación pública; me dejo un turrón en una póliza de sanidad privada, pero abono religiosamente mi correspondiente diezmo para que muchos puedan tener cuidados médicos.
De lo segundo no me quejo (a pesar de que nadie me lo reconozca) y de lo primero no me quejaría si no fuese porque la educación pública consiste en meter a los niños en fábricas de ignorantes donde sólo se hace hincapié en su adoctrinamiento en un conjunto de paridas sin sentido.
Muchos están peor que yo. Se levantan a las 6 de la mañana, vuelven a casa cuando sus hijos se van a la cama, conviven con la cotidiana amenaza de perder su trabajo y hacen encaje de bolillos para que el fruto de su sacrificio vital les permita llegar a fin de mes.
Y otros, de número creciente, están aún peor. Han perdido su trabajo y conservan escasas esperanzas de conseguir otro.
Todos, de alguna manera, ponemos un montón de dinero para que vosotros, que sois muchos, os alimentéis de nuestra pasta.
Porque vosotros, incompetentes ejecutivos de la nada, mediocres gobernantes de nuestro Estado central, vivís de nuestro dinero.
Sois parte un elefantiásico entramado de Ministros, Secretarios de Estado, Directores Generales, y parásitos varios que contáis con un ejército de asesores, viajáis en coche oficial y reserváis Clase Preferente en vuestros viajes privados, con mi dinero.
A cambio, resultáis totalmente incapaces de resolver nuestros problemas, no garantizáis nuestra seguridad ni dentro ni fuera de España, no nos protegéis del desempleo, ni prestáis servicio alguno.
Sólo se os ocurren normas para coartar nuestra libertad, para vigilarnos, atemorizarnos y decidir qué es bueno para nosotros.
Tomáis posesión de nuestra vida pública, privada y de nuestro dinero para complicarnos la vida, y parís normativas orientadas a seguir siendo necesarios, a no permitirnos deshaceros de vosotros.
Por si fuese poco, inventáis problemas inexistentes, enfrentáis a la sociedad reabriendo debates cerrados, legisláis para cuatro, y tenéis la jeta de pagar un sueldo a majaderas de manual sin el menor sentido el ridículo que nos hablan de “acontecimientos planetarios”. Todo con mi dinero.
Vosotros, prebostes de alguno de los diecisiete gloriosos mini-estados autonómicos, también vivís de mi pasta. Unos subidos a cuentos imposibles como la fábula de Aitor, otros mitificando a unos segadores de hace cuatrocientos años.
Los demás, a rueda de éstos, os habéis montado un chiringuito de consejerías, direcciones, subdirecciones, patronatos, embajadas y demás máquinas de gastar. Con mi dinero, claro está.
Usáis la pasta que yo gano trabajando para fomentar la insolidaridad y sembrar el odio a España; reclamáis la parte que vuestros inverosímiles derechos históricos os adjudican para poder aumentar la pléyade de vuestros deudos, para comprar votos con empleos a dedo.
Vivís en la reivindicación permanente que haga andar a una bicicleta que se caería si parara. Vosotros, garrapatas, no resistiríais el mínimo ejercicio de competencia para la obtención de un puesto de trabajo en el ámbito privado, vuestro único mérito es haber medrado en la estructura de un partido político. Y ahora, vivís de mi dinero.
¿Y qué decir de vosotros? Sabandijas de los sindicatos de clase. Liberados del trabajo, la responsabilidad y el cumplimiento del deber.
¿Cuántos sois? Sólo en Madrid, 3200; sólo en Madrid vuestro chollo nos sale a los contribuyentes por 77 millones de euros.
¿Para qué? Para que tengáis el uniforme, el mono o la bata sin estrenar. Para que viváis de una novela en la que sois los únicos personajes, porque no representáis a nadie, sin acudir a vuestro puesto de trabajo.
No tenéis afiliados, no defendéis nada, firmáis condiciones laborales de miedo para vuestros presuntos representados, cobráis un canon por los ERE´s, o lo que es lo mismo, sangráis al currito en concepto de “asesoramiento” cuando le ponen en la calle; os dedicáis a hacer política, calláis cuando miles de currantes pierden su empleo por no molestar a otros chupones de vuestra cuerda, y ejercéis la protesta asimétrica según quien gobierne.
No valéis para nada, no arregláis nada, no solucionáis nada, no defendéis a nadie, algunos habéis conseguido llevar tan lejos vuestros tejemanejes que acabáis de directivos en vuestras empresas…y vivís de mi pasta.
Y no me olvido de vosotros. Engreídos “creadores”, apoteósicos mediocres del arte presunto, vividores del mérito subvencionado y subvencionable. Vosotros también vivís de mi pasta.
Os señaláis la ceja para apoyar sin disimulo a quien os ha puesto en casa, alimentáis vuestra vida regalada de mis impuestos, y además me insultáis.
Si no voto al partido que os gusta, podéis llamarme “hijo de puta”; si no comulgo con el Gobierno que os pone el pesebre pedís que se me encierre en un cinturón sanitario; si voto a quien no os mola, me llamáis asesino… todo eso después de que este hijo de puta, asesino y carne de sanidad progre os haya dado de comer con su dinero, a cambio de que produzcáis bodrios infumables que tratan de ganar una guerra 70 años después o que sólo sirven para que alguno pueda liberarse de sus complejos, algunos sexuales.
Habéis conseguido que todo hijo de vecino sea considerado delincuente preventivo y tenga que pagaros cada vez que se compra un teléfono móvil, una impresora, un ordenador… Habéis forzado la máquina de quien tanto os debe como para permitiros reclamar el tributo a quien se bautiza, hace la comunión, se casa o baila en la plaza del pueblo; cualquier día nos sangraréis en nuestro entierro. Vosotros, bucaneros de la creación de medio pelo, no venderíais ni uno sólo de vuestros estofados en el mercado privado, no conseguiríais financiación ni para la décima parte de vuestras piltrafas.
La inmensa mayoría de los que vivís de mi contribución y de sirlarme, no seríais capaces de engañar a un inversor para que sufragase las medianías que nos colocáis. Vivís del cuento, y encima os ponéis chulos mientras me metéis la mano en la cartera.
Firmáis manifiestos para los que no tenéis la menor legitimidad ni altura moral, y os auto designáis como el “mundo de la cultura”; entregáis rosas por la Paz a los asesinos, os vestís de palestinos entre playa y casino, y no tenéis una puñetera palabra para los que cayeron muertos de un tiro en la nuca, sin poder oler esas rosas que entregabais, mientras pagaban vuestros saraos y se retrataban cada vez que compraban un CD.
Todos vivís de mi pasta y sois muchos, cada vez más. Y nosotros cada vez menos
¿quien es Oscar Molina?
molina@diariodeamerica.com | ![]() | ![]() |
http://www.periodistadigital.com/ | ||
Oscar Molina (Madrid, España) es piloto de Transporte de Línea Aérea y Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Ejerce su profesión en la compañía Iberia. Fue Director de la revista MACH 82, órgano de comunicación oficial del Sindicato de Pilotos de Líneas Aéreas. Actualmente colabora en la revista “Epoca”, es contertulio de Radio Intereconomía y escribe sobre temas aeronáuticos profesionales en la página web Aviación Digital Global. |
- EL DULCE ENCANTO DE LO QUE OCULTA LO FEMENINO -
Siempre queremos adivinar
lo que a menudo no nos permiten ver
pero si un día lo podemos mirar
igual sucede que no sabemos lo que hacer.
El hombre desea a la mujer
pero a veces la maltrata y somete
buscando seguidamente el placer
convirtiéndola a menudo en un juguete.
Yo digo, que tanto castigo, y tanto saca y mete
atropella la más elemental humanidad
hombre, si no la quieres, simplemente vete
y respeta así su dignidad, y su libertad.
Pero es muy cierto, y es verdad
que separados no sabemos vivir
tenemos pues la imperiosa necesidad
de disfrutar, y a veces también de sufrir.
Así pues mientras queramos descubrir
esos sus ocultos encantos escondidos
las tendremos que convencer y seducir
con amabilidades que aumenten sus latidos.
La mujer es capaz de hacer felices a los oprimidos
y de resucitar también a los moribundos
es capaz de convertir a los hombres en bandidos
y de salvar a los suicidas, y rescatar a los vagabundos.
Cesen pues las guerras, no vivamos en dos mundos
comportémonos como personas racionales
no arruinemos nuestras vidas en unos segundos
convirtiéndonos en enemigos, y en rivales.
--------------------
Senén Campos Maceiras - A Estrada 25/06/2.010