- EDITORIAL -

Me resulta increíble que un operador como TELEFÓNICA MÓVILES, S.A.U.  me reclame una deuda que me niego a pagar, por un dispositivo del que me dijo que era gratuito los tres primeros meses, y que si después lo quería y lo usaba, pagaría por su servicio una cuota determinada. Como ni firmé quererlo ni gravado quedó que lo quisiera, y como no lo usé, pues siempre me negué a pagar importe alguno por tal dispositivo, y ahora se me amenaza con reclamar vía judicial, una deuda de 11,21 €. (once con veintiuno €uros). La reclamación la hace un equipo de abogados de Asturias, y he hablado por teléfono con una persona (me supongo que abogado), y su tono y sus formas no me han permitido mantener una conversación amable, por lo que he tenido que interrumpir la conversación, sin siquiera poder pedirle que leyera este editorial, que es lo que yo pretendía.

Pues me parece que no, que me voy a seguir negando a pagar esa para mi indebida e injustificada deuda, que si es de derecho, pues que procedan a embargarme. Y lo que considero peor, es que MOVISTAR todavía me sigue llamando cada semana, para que cambie de operador, haciéndome ofertas en las que no creo después de todo lo que viene aconteciendo… claro.

Se creen los dueños de nuestros destinos y de nuestros dineros, y no tenemos por qué facilitarles sus malvadas apropiaciones indebidas de nuestros recursos. Es mi opinión.

-----------

SENÉN CAMPOS MACEIRAS

A ESTRADA - 26/10/2.012