- QUE GRANDES VERDADES ESCRIBRES ROBERTO, PERO COMO HACEN SIEMPRE... NI TE LEERÁN, NI CASO TE HARÁN -
Roberto Luis Blanco Valdés es catedrático de Derecho Constitucional y profesor del departamento de derecho Público y Teoría del Estado de la Universidad de Santiago de Compostela. Es articulista y analista político en diferentes medios de comunicación, como la Televisión de Galicia, la Radio Galega o La Voz de Galicia. Nació en A Estrada (Pontevedra) en el año 1.957.
La política como diversión de señoritos
Viernes 22 de julio de 2011
Sean o no señoritos por su casa, que la inmensa mayoría no lo son, muchos políticos españoles tienden hoy a actuar con esa mezcla de chulería, frivolidad y falta de respeto que caracteriza al comportamiento señoritil de toda la vida que conocemos por la literatura o por el cine. Vean si no.
España atraviesa en estos momentos una crisis económica de una dimensión descomunal y una crisis política que va camino de convertirse en un tapón que nos impida liberar las energías de cambio ya completamente indispensables para salir del círculo vicioso de paro, falta de crecimiento y crisis fiscal en el que estamos. No hay día en que no publiquen los periódicos algún dato económico escalofriante. En los de hoy aparece uno de esos que ponen los pelos como escarpias: que la crisis ha obligado a España a pagar ayer por su deuda el precio más alto de los últimos catorce años.
Con el paro en cinco millones, el crecimiento económico prácticamente detenido, el crédito por completo congelado, los precios por las nubes, la capacidad recaudatoria de todas las Administraciones del Estado bajo mínimos, y un ambiente de desconfianza general -dentro de España y en Europa- sobre nuestra capacidad para hacer frente a una situación de emergencia nacional que ha acabado por colocarnos en el vagón de cola de las economías europeas, ¿qué creen ustedes que fue motivo ayer de preocupación y comentarios en ese Congreso de los Diputados en el que, según les gusta decir a los pomposos, reside la soberanía popular?
Yo se lo cuento: la solidaridad (sic) de algunos diputados socialistas con Miguel Sebastián -el ministro de Industria aquel de las bombillas, ya recuerdan-, quien mantuvo hace dos días un rifirrafe con el presidente del Congreso a cuenta de si debería o no llevar corbata en el hemiciclo. Molestos sus señorías por lo que debió parecerles un rasgo autoritario (¿quizá fascista?), pues nada, allá se fueron descorbatados a la Cámara, demostrando con ello qué ocupa sus charlas y llena sus cabezas.
En el asunto del corbatismo, ni entro ni salgo, como es obvio. Pero que en un país en el que está cayendo el diluvio universal, algunos señores (es decir, señoritos) diputados estén pendientes de solidarizarse, no con una sociedad que las está pasando canutas, sino con el fuera la corbata de un ministro cuyos méritos para estar en donde está se desconocen, al igual que se desconocen los de sus compañeros de Consejo de Ministros, resulta de una frivolidad insultante e insufrible. No es de extrañar, por eso, que ya incluso los amigos más amigos del Gobierno, que lo han sostenido contra viento y marea hasta que nos ha llevado al borde del abismo, hayan decidido exigirle lo que pide desde hace meses la mayoría del país: que llame a elecciones mejor mañana que pasado.
http://www.lavozdegalicia.es/opinion/2011/07/22/0003_201107E22P13993.htm
--------------
SENÉN CAMPOS MACEIRAS
A ESTRADA - 22/07/2.011
0 comentarios