- QUEMARON LA VIDA DE LEYLA -
Finalmente Leyla no resistió las importantes quemaduras que le hizo su pareja
24/03/12
Su corazón no aguantó, no sólo las quemaduras sino toda la presión y el terror que sintió junto al que se supone que era su pareja, su compañero de viaje, que también se ha convertido en su verdugo. Leyla Zegarra, la joven de 29 años que fue rociada y prendida fuego por su novio, falleció ayer en el hospital, sumándose así a una lista demasiado larga de víctimas por violencia de género en el Perú. Desde el pasado sábado, Leyla luchaba por su vida desde la cama del hospital limeño Arzobispo Loayza, con quemaduras de segundo y tercer grado en el 70% de su cuerpo. Los celos incoherentes y enfermizos de su pareja, Jairo Fernández, de 18 años, fueron la cobarde excusa para decidir acabar con la vida de Leyla. Un bidón de gasolina y un mechero fueron las armas utilizadas. Pero Leyla aguantó y toda la sociedad peruana, conmocionada tras conocer lo ocurrido, rezaba para que la joven saliera adelante, a pesar de que el demonio de la violencia machista la perseguía para llevársela con él. Las esperanzas se desvanecieron ayer a las 12.35 (hora local peruana) a causa de un infarto, según informó la agencia Andina. A pesar de las tareas de reanimación, el corazón de Leyla dejó de latir, pasando a engrosar la triste lista de mujeres asesinadas por violencia de género. No fue suficiente el tratamiento recibido para tratar sus quemaduras ni los diversos injertos realizados en su cuerpo. La vida de Leyla ya pendía de un hilo, que terminó de romperse en la mañana de ayer. Dos niñas quedaron sin madre por la barbarie de la violencia de género. En el mismo hospital, en la soledad de su habitación reposa su pareja, su verdugo, Jairo Fernández. El joven también sufrió quemaduras cuando intentó quitarse la vida, no sin antes quemar viva a su novia. Con heridas en el 20% de su cuerpo, Jairo permanece estable y a punto de ser dado de alta. Aunque lo peor le espera a la salida del hospital. Ya sin Leyla entre nosotros, Jairo se enfrenta a una condena aún mayor por arrojar gasolina y prender a su pareja, causándole la muerte. La ministra de la Mujer, Ana Jara, ha sentido especialmente el fallecimiento de la joven limeña, condenando este vil acto y pidiendo la pena máxima que establece el Código Penal para su asesino: 25 años de prisión. Jara instó al Ministerio Público a acusar a Jairo de delito de feminicidio para que recaiga sobre él todo el peso de la ley, por arrebatar la vida a una mujer de forma tan cruel y machista. Ante la salida inminente del joven, la directora del hospital donde se encuentra ingresado, Zarela Solís, ha firmado un documento para poner a disposición judicial a Jairo Fernández en cuanto sea dado de alta. Desde el Ministerio de la Mujer se han hecho cargo de los servicios funerarios para dar sepultura a Leyla, mientras brindan atención psicológica a sus dos pequeñas, víctimas colaterales de este acto atroz.
PROTOCOLO DE ATENCIÓN A LAS VÍCTIMAS
Después de la triste jornada de ayer, la ministra recordó la puesta en marcha de un nuevo instrumento para mejorar la atención a las mujeres víctimas de violencia doméstica. Se trata de un protocolo de intervención a seguir por la Policía, los jueces y fiscales, así como por los 148 Centros de Emergencia de la Mujer que hay repartidos por todo el Perú. Todo ello con el objetivo de proporcional una atención integral y efectiva a todas las mujeres, aunando fuerzas bajo un criterio único. Aunque la principal arma contra la violencia de género es la educación. Sensibilizar a la población es una tarea fundamental en la lucha contra esta lacra, que en 2011 sesgó la vida de 130 mujeres. Por ello, la ministra de la Mujer destacó la necesidad de realizar campañas de sensibilización que lleguen verdaderamente al pueblo, para que estén vigilantes ante lo que pueda suceder a su alrededor y ser conscientes de que con el silencio sólo se ayuda a enterrar a más mujeres que sufren esta violencia. Desde el Ministerio del ramo también se recordó la modificación que quiere presentar ante el Congreso sobre la Ley de Feminicidio, un proyecto que pretende sancionar no sólo los homicidios de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, sino también todos aquellos que se den en un contexto de desigualdad y discriminación de género. La educación en los colegios también resulta elemental en esta lucha, ya que en ellos se encuentran los adultos del mañana. Por eso resulta de vital importancia concienciarles acerca de la crueldad que entraña cualquier tipo de violencia, sobre todo contra las mujeres. La tolerancia y el respeto deben ser los pilares de cualquier centro educativo, para asegurar que en el futuro se puedan erradicar muertes por razones tan inútiles como los celos o una cuestión de hombría. No se es más hombre por pegar a una mujer. Ésta es sólo una de las muchas ideas que hay que hacer entender en una sociedad que aún muestra un nivel alto de retraso en términos de igualdad de género.
http://www.eldiariofenix.com/content/per%C3%BA-quemaron-la-vida-de-leyla
* Cuando cesarán estos comportamientos aberrantes y macabros que tiene el ser humano contra sus mismos semejantes, hasta el punto de quitarles lo más sagrado que nos da la naturaleza... la propia vida. Nunca un hombre será más hombre por pegar o abusar de una mujer, y eso si, será mucho más asesino por quitarle la vida de una forma tan atroz, como por desgracia viene aconteciendo en esta clase de indeseables sucesos.
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SENÉN CAMPOS MACEIRAS
A ESTRADA - 24/03/2.012
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