- HAY QUE AGRADECER A MICHAEL DOUGLAS QUE LO HAYA HECHO PÚBLICO -

La vida nos enseña, o nos enseña la vida

que no podemos comer cualquier comida

ni del cuerpo de la vecina, ni del de la querida

porque en la garganta se nos puede quedar una herida

que se nos convierta en un cáncer enseguida

en el sexo pues, es mejor lo tradicional, y de forma contenida

que andar con los labios cerca y con la lengua introducida

en ciertos lugares escondidos de la mujer prohibida

avisados quedáis pues, hombres de vida divertida

no vaya a ser que la garganta se os quede para siempre, dolorida.

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Hay que dejarse de buscar el placer, en lugares a menudo tan cochinos

y tampoco se deben de saborear, esos fluidos un poco clandestinos

porque ya se sabe que los virus y los microbios asesinos

pueden estar en esas humedades, y en esos recovecos, tan femeninos

esperando atentos precisamente, por las lenguas de algunos vecinos

que ahí a veces se deciden mover, como si degustasen afrutados vinos

y ya queda dicho y demostrado, que esos no son lugares finos

y que se puede en el sexo buscar otros caminos

para alcanzar algunos placeres, más o menos repentinos

que muchas personas dicen haber sentido, como divinos.

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Michael Douglas ha dicho haber contraído por el humano papiloma

un cáncer, por buscar algún lugar que en la mujer no asoma

con el ímpetu de un estudiante que solo busca un diploma

y así nos dice, que en su garganta se le montó tal hematoma

que casi lo deja la boca muda para cualquier idioma

y es de agradecerle a Michael Douglas, que como mensajera paloma

lo haya hecho público, porque el asunto no es una broma

y no creo yo que lugares así en la mujer desprendan un aroma

tan embriagador, como para usar la lengua como una goma

y después sin remedio ya, ver como la vida se nos desploma.

 

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SENÉN CAMPOS MACEIRAS

A ESTRADA - 05/06/2.013