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Senén Campos Maceiras

- ARMERIA CARRUSEL DEPORTIVO -

- ARMERIA CARRUSEL DEPORTIVO -

Aquel cartel, que mientras unos leían con atención, otros miraban con enfadada preocupación, y estos últimos hicieron entonces, que con sus inquisidores e injustos suspiros en los vientos, tuviera que descolgar de los escaparates el gran mensaje. Ya perdonados esos abusos de poder y transcurridos estos tiempos, horas son de recordar que aquellos hechos allí descritos, eran todos ciertos ...


- TODO TIENE SU FIN -

 En este año que como comerciante, casi seguro me jubilo,

quiero testimoniar todo mi agradecimiento primero,
a algunos de los buenos clientes y amigos, cuyos nombres a continuación recopilo,
y que ya no están entre nosotros, porque han fallecido, compañero.
(Francisco J. I.T., José Reimóndez, Ángel Durán, Luis Sieiro, Sr. Alejandro, Carlos Carracedo, J.L. Lamiño, Miguel Sánchez, Pepe G…,
J.M. Magariños, Eduardo (Edu), Manuel y Felipe M., Antonio Díaz, J.M. Bernárdez, Chucho, A. Iglesias, Louzao, Fuentes, J. Ferrín, Sr. Ameijeiras,
Benito y David P., M. Amado, Sanmartín, Sr. Vila, Sr. Brea, Bergueiro, E. Arca, A. Portela, J.A. Espiño, A. Pena, Fontán, J. Rosende, …),
y a muchos de los que seguro en este momento preciso, me olvido,
y algunos otros nombres que no recuerdo, porque ahora mismo están ausentes, de la mente de este armero.
 
Pido disculpas a los que por alguna circunstancia puntual, bien no haya atendido,
y perdono, más o menos, a todos aquellos que han abusado de mi confianza,
porque algunas deudas y demás asuntos, de estos últimos me he comido;
así me duele particularmente la del uniformado (antes acuartelado), que lo veo casi a diario, como un “chulo” de mala crianza,
y la del ente municipal, por el siniestro de la rotura del conducto del agua, causante del abono, aún a día de hoy debido,
y la de un tal Ángel S., de cuyo nombre hizo este ingrato individuo, muy mala usanza.
Me acuerdo de los clientes indebidos, a los que no he podido vender, porque han sustraído, y lo han escondido, y después se han ido.
Siempre he ayudado a los de mi gremio, y aun así un bambarria y su pariente, han actuado con roñosa maldad, asesinando nuestra alianza.
Recuerdo algunos “viajantes”, que ni cordialidad ni profesionalidad para con este comercio han tenido, y por ello con su trabajo no han cumplido;
no me olvido claro, de los verdaderos representantes, que por su buen hacer y proceder, merecen todo mi agradecimiento y mi alabanza.
Clientes masculinos lo han sido la gran mayoría, y no es que tenga quejas, ni que con ellos me haya sentido afligido;
pero mi agradecimiento especial es para Loli S., que ha sido una clienta fiel, hasta donde mi recuerdo alcanza.
 
En estos más de treinta y seis años de intercambios y relaciones,
el balance comercial de la armería, en general, lo considero positivo.
Con la Intervención de Armas, en el pasado, ha habido puntuales tribulaciones,
que a veces han resultado ser por su parte, injustas, y de carácter impulsivo;
mi agradecimiento sincero es para el actual equipo, por su paciencia, y sus correctas actuaciones,
y a los buenos amigos y compañeros, y en especial a mi familia con la que vivo,
gracias doy por la paciencia que han tenido, aceptando y apoyando todas mis decisiones.
A los bancos mejor ni nombrarlas, porque que decir sobre los que han tenido, y seguro que a muchos aún les tienen, su dinero cautivo;
y a los abusones “manda más”, que nos maltratan con sus presuntas usuras, egoísmos, y mentiras, añadiría varias maldiciones, a sus definiciones.
Mi gratitud y mi agradecimiento vayan para todas las personas de este gran municipio de A Estrada, por ser conmigo y mis circunstancias, cada uno de ellos tan comprensivo.
A los carteros les manifiesto todo mi cariño, en especial a María Jesús R.B., y a Amancio, y a Lino, entre otros muchos, por sus gentiles atenciones.
Y para finalizar, PIDO PERDÓN, a toda la fauna de monte, y de mar, y de río, por comercializar un material para toda ella, tan dañino, tan mortal, y tan destructivo.
 
Senén Campos Maceiras – 2.019

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