- HOY ES EL DÍA INTERNACIONAL DE LAS PROFESIONALES DEL SEXO -
Por Rafael Lara | Nacionales
Hasta hace poco, el 2 de junio era el día de San Marcelino y de San Pedro, mártires del año 304. Ahora, los santos deberán compartir este día con las mujeres que alquilan sus cuerpos, porque es “el Día de las Trabajadoras Sexuales”. ¿Día de las…? Sí, está leyendo bien. Organizaciones de meretrices de Uruguay, Argentina, Guatemala, México y Brasil, entre otros países, conmemoran la fecha, sin embargo en Nicaragua aún pocos saben cuánto se ha alterado el santoral católico. “El día no se conmemora tan abiertamente”, nos dice Fanny Torres Rodríguez, representante del Grupo de Mujeres Trabajadoras Sexuales “Las Golondrinas”, que hoy estarán en la firma de convenio con otras organizaciones como parte de la toma de acciones para respeto de sus derechos. Estas mujeres tienen clientes de todos los niveles sociales, desde el que difícilmente paga 50 córdobas el rato por estar con ellas hasta el que puede pagar 1 mil dólares por una noche con ellas en un hotel de lujo. “Lo que queremos es que nos dejen trabajar en paz. Aquí en Matagalpa se está desarrollando una persecución contra nosotras, nos están cerrando nuestros centros de trabajo, nos detienen, y como si fuésemos delincuentes nos lanzan a las tinas de las camionetas policiales”, denuncia esta madre de tres hijos, activista y luchadora gremial por el derecho de ejercer su labor, argumentando que el trabajo sexual no es tipificado como actividad delictiva por el actual Código Penal.
La mayoría son madres solteras
Torres alega que su forma de ganarse la vida, para sostener a sus hijos y apoyar a sus familias, es a través del alquiler de sus cuerpos, a falta de políticas de protección y de oportunidades laborales a pesar de que la mayoría son madres solteras. “Hacemos esto porque no hay oportunidades de empleo y la situación económica es muy difícil. El gobierno no tiene ningún tipo de política que nos ayude a salir adelante, y, en cambio, nos están persiguiendo”, comenta, señalando que la única instancia a nivel gubernamental que las apoya es la Procuraduría de Derechos Humanos, con la cual el año pasado firmaron un convenio de capacitación, propiamente en el tema de los derechos humanos.
Dos organizaciones
La representante de las trabajadoras sexuales indica que en nuestro país sólo existen dos organizaciones constituidas: “Las Golondrinas”, en Matagalpa, y “Los Girasoles” en Estelí, compuestas sólo por mujeres adultas. Dijo que además de Matagalpa, en las zonas donde están organizadas es en Santa Rita, Mulukukú, y Río Blanco, contabilizando unas 300 mujeres. Aunque no existe un registro fidedigno de la cantidad de mujeres que se prostituyen, se practica en todo el país, pero sobre todo en Managua, en Granada y en las zonas fronterizas. Se calcula que en Managua hay 1,500 mujeres, entre éstas el 40% son menores de 18 años, según la síntesis regional de Casa Alianza sobre “Tráfico, prostitución, pornografía infantil y turismo sexual en México y Centroamérica”, publicado en 2002. Wendy Flores, abogada del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Cenidh, señala que la actividad es mal vista socialmente, y a pesar de no estar penalizada, sus practicantes son discriminadas, subvaloradas, y denigradas. “Con anterioridad hemos tenido denuncias contra agentes policiales por detenciones infundadas, por maltratos, y hasta por abusos y violaciones contra miembros de este grupo, sin embargo, después de un diálogo con las autoridades superiores, este tipo de casos es mínimo. Lo cierto es que cada mujer tiene derecho a disponer de su cuerpo y a trabajar en la labor sexual, siempre que sea adulta y lo haga de forma voluntaria”, dijo Flores, agregando que sí son delitos la explotación sexual infantil y el proxenetismo, o sea, quien obtiene ganancias por explotar sexualmente a una mujer o a un hombre, sea con su voluntad o contra ella.
Con mucho riesgo
Virginia Meneses, en representación de la Red de Mujeres contra la Violencia, indicó que en Nicaragua esta forma de ganarse la vida es un estigma social, es altamente riesgosa por la violencia que ejercen contra ellas y por los cuidados que deben tener ante las enfermedades de transmisión sexual, entre éstas el VIH-Sida. “Que ejerzan esa profesión no significa que dejen de ser ciudadanas con derechos constitucionales, y se les debe respetar sus derechos humanos, pero si son violentadas y tratan de poner la denuncia en la Policía son denigradas y discriminadas”, dijo Meneses. El 2 de junio se estableció como Día Internacional de la Trabajadora Sexual porque en 1975 unas 150 prostitutas ocuparon la Iglesia de St. Nizier, en Lyon, Francia, para protestar por la violencia que sufrían.
http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/75745
* Como persona que me considero, yo las respeto a todas; por qué unas se dedican a ello por necesitar el dinero fácil, ya que tendrán familia a la que mantener seguro, en muchos casos hijos sin padres responsables, de los que ellas solas se tendrán que ocupar; otras necesitan el mismo dinero para poder vivir y estudiar, por no contar con una familia que se lo pague, y sentirse con las cualidades necesarias para poder alcanzar las metas propuestas; otras por qué sencillamente les gusta, y a estas sería a las que yo llamaría "put..", aunque este nombre calificativo nunca me haya gustado nada; y otras (por desgracia para ellas), porque no han sabido o no han podido desprenderse de un "desgraciado y cruel proxeneta" que oficia de amigo, pero que en realidad las amenaza y esclaviza. Ojalá que esta profesión, la más antigua del mundo, se legalizase, para que este colectivo estuviese controlado sanitariamente y profesionalmente, que se reconociesen todos sus derechos, y que cotizasen como autónomas o de alguna otra forma a la Seguridad Social, como lo hacemos los demás profesionales.
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SENÉN CAMPOS MACEIRAS
A ESTRADA - 02/06/2.012
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