Los cinco concejales del Partido Popular en Santa Cruz de Tenerife recibieron entre 2003 y 2007 un total de 640.000 euros del Ayuntamiento, donde gobernaron con Coalición Canaria. Era dinero, sueldo incluido, que debían dedicar a su actividad pública como ediles. Pero cuando llegó el momento de justificar en qué se había gastado, surgió el Bragasgate. Los concejales, dirigidos por Cristina Tavío, líder del PP en Tenerife, diputada autonómica y actual vicepresidenta del Parlamento canario, entregaron toda clase de facturas.
Así que el interventor que examinaba esos gastos recibió al detalle lo que debía ser la vida política de los cinco concejales. Los ediles del PP justificaron 153.138,17 euros con facturas. El problema, según el informe del interventor, es que 122.305,67 de esos euros no están en facturas a nombre del partido y que otros 19.134,44 euros corresponden a actividades que “no son propias” del grupo municipal.
Y en esas actividades impropias está el meollo del Bragasgate. Los concejales del PP -además de Tavío, Maribel Oñate, Juan Manuel Brito Arceo, Guillermo Díaz Guerra y Ramón González- presentaron como gastos que debía pagar el Ayuntamiento facturas de toda clase de ropa y complementos: desde unas gafas de sol, camisas, calcetines y corbatas de Massimo Dutti, zapatos, gemelos y carteras de piel hasta dos bragas compradas en Benetton que costaron 33,80 euros. El interventor escribe en su informe con cautela y asombro: “Parece que es un gasto personal que no guarda relación con el Grupo”. El PP de Tenerife no respondió a la oferta de interviú para dar su versión de los hechos.
FUENTES:
Interviú
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SENÉN CAMPOS MACERIAS
A ESTRADA - 11/08/2.010
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