Blogia
Senén Campos Maceiras

- ESTAMOS DE ACUERDO MUCHOS ESPAÑOLES EN QUE ALGO TIENE QUE CAMBIAR, PERO YA, EN RELACIÓN CON LOS QUE NOS GOBIERNAN -

 

Los indignados muestran su fuerza


Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ 20/6/2011

Decenas de miles de personas expresan su protesta de manera pacífica en toda España.

El movimiento de los indignados, nacido en las vísperas de las elecciones municipales y autonómicas como una forma de protesta contra el actual sistema político y económico, hizo ayer una demostración de fuerza en toda España. Era su prueba de fuego, en especial tras los violentos incidentes registrados la pasada semana en Barcelona, y la superaron con éxito. Poco más de un mes después de comenzar su andadura, los indignados sacaron a la calle en toda España a decenas de miles de personas, convocadas en esta ocasión de manera especial para protestar contra el Pacto del Euro. Las movilizaciones se desarrollaron sin incidentes relevantes y en medio de un ambiente festivo, sin que las fuerzas de seguridad tuvieran apenas que intervenir.

Madrid, convertida hasta ahora en el símbolo de este movimiento con la acampada en la Puerta del Sol, ya levantada, fue el escaparate principal de la jornada. Seis marchas iniciadas en distintos puntos de la capital entre las nueve y las once de la mañana confluyeron en la plaza de Neptuno, muy cerca de un Parlamento blindado por más de 500 agentes antidisturbios, en donde los indignados insistieron en su mensaje de desapego hacia los políticos. «Que no, que no, que no nos representan» fue el lema más escuchado.

Abuelos y familias con niños

Tal y como ocurría en la acampada de Sol, en la marcha destacaba la presencia de jóvenes, pero también podían verse adultos y hasta ancianos y familias enteras con niños. Además de en indignación, las pancartas competían también en ingenio a la hora de expresar la protesta. «Manos arriba, esto es un contrato» o «no estamos de paseo, estamos de cabreo», eran algunas de las consignas. Al ambiente festivo contribuyó también la numerosa presencia de tambores y otros instrumentos, que permitieron que buena parte de la marcha se recorriera bailando, más que andando.

El recuento de la empresa especializada Lynce indica que en torno a 38.000 personas participaron en la movilización en Madrid. Una cifra que los organizadores elevaban de manera optimista hasta las 150.000 personas. El Ministerio del Interior había puesto en marcha un impresionante dispositivo de seguridad en previsión de cualquier incidente, aunque los agentes tenían órdenes de intervenir solo en caso de que los manifestantes utilizaran la violencia o incitaran a ella. Pero los propios convocantes habían preparado también su dispositivo antiviolencia y habían invitado a los convocados a tratar de disuadir cualquier comportamiento agresivo e incluso, si no quedaba otro remedio, a señalar a quienes se apartaban de las vías pacíficas de la protesta. La orden era tratar de dialogar con los violentos y, si no atendían a razones, sentarse en el suelo.

Llamada a la huelga general

En el entorno de las Cortes arreciaron los gritos en contra de los políticos y los partidos. Pero también en contra del pacto por el euro, cuyo objetivo es impulsar la competitividad en la Unión Europea. «El euro o la vida» era el lema que figuraba en la mayoría de los pasquines distribuidos por la organización de la marcha. En el manifiesto leído en Neptuno se aludió también a la convocatoria de una huelga general, propuesta que generó la inmediata adhesión de los concentrados.

En torno a las tres de la tarde, los manifestantes comenzaron a abandonar la plaza de manera tan pacífica como habían llegado, aunque algunos grupos decidieron permanecer en ella aprovechando las zonas de sombra ante el intenso calor reinante en Madrid.

El relevo lo tomó por la tarde Barcelona, en donde decenas de miles de personas acudieron a la convocatoria de carácter pacífico lanzada por el Movimiento 15-M. La marcha de la Ciudad Condal, en la que estaban puestas muchas miradas tras la violencia con la que algunos grupos acosaron el pasado miércoles a los diputados del Parlamento catalán, discurrió también sin apenas incidentes destacables. «La calle es nuestra, no pagaremos la crisis» era el lema de esta convocatoria, que finalizó en la plaza del Palau, en donde se leyó un manifiesto. El único momento de tensión se vivió cuando dos Mossos d?Esquadra vestidos de paisano fueron identificados e increpados por un grupo de manifestantes, pero no hubo mayores consecuencias. Protestas similares se desarrollaron en muchas otras ciudades españolas, sin que al cierre de esta edición se registraran incidentes reseñables.

 

 

 http://www.lavozdegalicia.es/espana/2011/06/20/0003_201106G20P2991.htm

http://www.publico.es/espana/382777/los-indignados-del-19-j-en-imagenes 

 

--------------------------

 

SENÉN CAMPOS MACEIRAS

A ESTRADA - 20/06/2.011

0 comentarios