- A TODOS ESOS -

 

A todos esos que desde sus púlpitos imaginarios

siembran proclamas para a los incautos convencer

y que después cuando están en el sillón a todos nos califican de ordinarios

a todos esos que con sus decisiones injustas y arbitrarias a muchas familias hacen padecer…

a todos ellos les deseo la existencia más horrible

y una muerte por la enfermedad más insufrible.

 

A todos esos que enfundados en sus trajes de un púrpura color

que han valido más de “tres mil €uros” muchos de ellos

que con sus amenazas si no se cumplen sus prefectos, prometen sufrimientos y dolor

y siembran el miedo y la melancolía, haciendo que todos inclinen la cabeza, como para los descabellos…

a todos ellos les deseo la existencia más horrible

y una muerte por la enfermedad más insufrible.

 

A todos esos que recortan y recortan, de donde racionalmente no se puede

que con las malditas tijeras no solo recortan sino que pinchan

y lo hacen con maldad, y muchas veces a propósito, y adrede

que a los más débiles y desamparados dejan sin derechos, y así los linchan…

a todos ellos les deseo la existencia más horrible

y una muerte por la enfermedad más insufrible.

 

A todos esos que desde sus lujosos despachos estafan y también desahucian

que a pesar de haber prometido todo tipo de lindezas y beneficios

la vida de los ahorradores con influyentes cómplices y leyes discriminatorias ensucian

y que después aun siendo detenidos algunos (muy pocos), por sus tropelías, se libran de juicios…

a todos ellos les deseo la existencia más horrible

y una muerte por la enfermedad más insufrible.

 

A todos esos que comercializan con el fuego en esta bendita tierra gallega

que queman con nocturnidad y alevosía la musa de la poesía de Rosalía

a todos esos que sin remordimientos dejan nuestra naturaleza muerta o ciega

a todos esos a los que yo por su crimen inmundo gritaría y hasta aplastaría…

a todos ellos les deseo la existencia más horrible

y una muerte por la enfermedad más insufrible.

 

A todos esos que piensan que cuando un inocente por la necesidad rodeado se suicida

y hablan en silencio,  -¡¡que bien!!-,  ¡¡uno menos que gasta, incordia, o protesta!!,

a todos esos que tienen la conciencia desaparecida y el alma corrompida

a todos esos a los que su sola presencia, a los demás nos incomoda, porque su egoísmo apesta…

a todos ellos les deseo la existencia más horrible

y una muerte por la enfermedad más insufrible.

 

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Senén Campos Maceiras

A Estrada – 01/10/2.013